miércoles, 17 de noviembre de 2010

TUBERCULOSIS

TUBERCULOSIS (BROTE)

La tuberculosis es una enfermedad transmisible y contagiosa, causada por
especies del género Mycobacterium. Entre las especies agrupadas en el complejo
Mycobacterium se encuentran: M. tuberculosis, M. bovis, M. africanum. El M. tuberculosis es el agente etiológico habitual ya que los otras dos agentes casi han desaparecido. La
micobacteria es un bacilo aerobio estricto que tiene como características ser acido-alcohol
resistente, sensible a la luz solar, luz ultravioleta, calor y algunos desinfectantes

DESCRIPCIÓN CLÍNICA:

La forma más frecuente es la pulmonar puede extenderse prácticamente
a cualquier órgano y se denomina como TB extrapulmonar. Los criterios específicos para la sospecha de enfermedad tuberculosa se encuentran definidos en el Anejo I.

RESERVORIO:

El reservorio fundamentalmente es el ser humano infectado que puede desarrollar
la enfermedad y esparcir bacilos especialmente al toser, estornudar, reír, hablar y hasta cantar; convirtiéndose así en la fuente de infección. El ganado vacuno puede ser reservorio en áreas donde no existe pasteurización de los productos lácteos.

MODOS DE TRANSMISIÓN:

 El mecanismo de transmisión es la vía aérea o por vía digestiva si se
consumen productos lácteos no pasteurizados. Las personas con tuberculosis activa al toser, hablar, estornudar, reír y hasta cantar, esparcen partículas infecciosas al aire en los núcleos goticulares que expulsan, que si son inhaladas por personas sanas, pueden alcanzar el alveolo y causar infección. Una vez alcanzados los alvéolos se produce la primoinfección, la cual puede desarrollar en enfermedad clínica o los bacilos permanecer en estado latente en pequeños focos que podrían despertar y desarrollar enfermedad activa. La única prueba que determina si la persona está infectada es la presencia de la reacción positiva a la tuberculina,
aunque hay personas que no demuestran reacción de hipersensibilidad a la prueba de la
tuberculina. En estos casos se utilizan otros medios de diagnóstico.

FACTORES DE RIESGO:

Existen una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de
desarrollar enfermedad tuberculosa entre los infectados, estos son; diabetes, terapias
inmunosupresoras, insuficiencia renal crónica, neoplasias (cuello y cabeza), alcoholismo,
drogadicción parenteral, infección VIH/SIDA siendo este el principal factor de riesgo para
desarrollar enfermedad tuberculosa entre los infectados.

PERIODO DE INCUBACIÓN: Desde el momento de la infección hasta que aparezca la lesión
primaria, aproximadamente de 4 a 12 semanas.
PERIODO DE INFECTIVIDAD: Todo el tiempo que la persona con enfermedad activa expulse
bacilos de tuberculosis.
EL AGENTE ETIOLÓGICO
El agente etiológico pertenece a la familia Micobactereaceae y al genero Mycobacterium. Son microorganismos ácido alcohol resistentes, aeróbicos, no forman esporas y no son móviles. Ellos son derechos o ligeramente curvados, midiendo de 0.3 a 0.6um de ancho y 1 a 4.um de largo. El crecimiento en medios de cultivos es lento  y requiere de 2 a 8 semanas para desarrollar colonias visibles. La tuberculosis bovina tienen como protagonista al Mycobacterium bovis parásito intracelular obligado, principal agente causal de la enfermedad en los mamíferos.



FUENTES DE INFECCIÓN Y MODO DE TRANSMISIÓN:

El reservorio principal de M. bovis es el bovino, que puede transmitir la infección a muchas especies de mamíferos, incluyendo al hombre. El hombre adquiere la infección en primer término, por vía digestiva (leche y productos lácteos crudos) y en segundo término por vía aerógena.
La infección del hombre por M. avium es rara, predominantemente ocupacional, y las vías de entrada pueden ser tanto la aerógena (polvo de gallineros) como la digestiva (leche de vacas infectadas por M. avium o ingestión de carne de ave insuficientemente cocida).

La tuberculosis entre los bovinos se transmite principalmente por vía aerógena: antes del destete es importante también la vía enterógena. La tuberculosis de los porcinos, caprinos y ovinos tiene como fuente principal de infección a los bovinos y aves, y a veces al hombre. Los cerdos se infectan por vía digestiva y se considera que rara vez pueden retransmitir la infección entre sus congéneres o a otras especies animales, incluyendo al hombre. Las cabras pueden ser fuente de infección para el bovino y para el hombre.
Los perros contraen la infección principalmente del hombre y menos frecuentemente de1 bovino, y pueden a su vez retransmitirla al hombre y a los bovinos. La transmisión es aerógena y enterógena respectivamente. Los gatos tienen como fuente principal de infección a los bovinos y en menor grado al hombre. La vía de penetración es principalmente la oral. Ocasionalmente, pueden, a su vez, ser fuente de infección para el bovino y el hombre.
Entre los animales silvestres en cautividad, los monos son de especial interés por su susceptibilidad al M.  tuberculosis y  al M. bovis. Contraen la infección del hombre por vía aerógena y constituyen un riesgo para la salud humana.
Las aves domésticas, que son el principal reservorio de M. avium, contraen la infección por vía digestiva y son fuente de infección para otras especies de aves y  para los mamíferos.


RESENTACION EN EL HOMBRE:

La prevalencia de la tuberculosis humana de origen animal ha disminuido mucho en los países donde se impuso la pasteurización obligatoria de la leche y donde se realizaron exitosas campañas de control y erradicación de la infección bovina. Los países anglosajones (donde la incidencia de la infección humana por M. bovis es actualmente rara y limitada al grupo de edad más avanzada) fueron en un tiempo los más afectados, debido a la costumbre de consumir leche cruda. En los países en los que la leche se consume hervida, entre ellos los de América Latina, la incidencia de infección por M. bovis ha sido siempre más baja. Aun así, tanto las formas pulmonares como extrapulmonares de la tuberculosis humana de origen animal no dejan de ser un problema en las áreas de alta prevalencia de la infección en bovinos. Esto se debe a que no toda la leche se consume hervida, muchos productos son preparados con leche sin pasteurizar y además hay casos de infección por vía aerógena a través del estrecho contacto del operador con el animal problema (por ejemplo: tambero, personal de mataderos).
La OMS estimó que  de los casos de TB  humana que se dan en America Latina, sólo un 2% tienen como protagonistas al M. bovis. En el caso de Argentina, la prevalencia es de 1.2% siendo Santa Fe la provincia que presenta el mayor número de los casos  relevados (6%) y en general se asocian a los trabajos de riesgo como los arriba mencionados.


LA ENFERMEDAD EN LOS ANIMALES:


Muchas especies de mamíferos y de aves son susceptibles a los agentes de la tuberculosis. La tuberculosis bovina es la más importante, tanto desde el punto de vista económico como de la salud pública. La tuberculosis de los cerdos también ocasiona grandes pérdidas ecomómicas.


                                   BOVINOS:
El principal agente etiológico para los bovinos es M. bovis .
Como en el hombre, el bacilo tuberculoso penetra en el organismo principalmente por vía aerógena.
La tuberculosis por vía entérica es importante en terneros que se amamantan con leche que contiene bacilos tuberculosos. La forma clínica y  patológica más común es la tuberculosis pulmonar.
El agente causal, al penetrar en los pulmones y multiplicarse, forma el foco primario que va acompañado de una lesión tuberculosa de los ganglios bronquiales del mismo lado, creándose de esta manera el complejo primario. Estas lesiones pueden quedar latentes o progresar, de acuerdo con la relación del binomio agente infeccioso - huésped. Si se quiebra la resistencia del animal frente al bacilo tuberculoso, la infección puede entonces difundirse a otros órganos por vía linfatica, sanguínea o por los conductos naturales, dando lugar a una generalización temprana. Si el aparato inmunocompetente es incapaz de destruir los bacilos, estos formarán tubérculos en los lugares donde se detienen. Los focos nuevos se producen sobre todo en los pulmones, riñones, hígado, bazo y en sus ganglios correspondientes. La generalización también puede darse tiempo más tarde de la colonización por parte del agente y asociadas con disminución de las defensas por diversos factores (estrés, enfermedad concomitante, etc.), dando lugar a lo que se conoce como generalización tardía.
La mayoría de las veces, la tuberculosis tiene un curso crónico y limitado a un solo órgano: el pulmón. El proceso es lento y puede ser clínicamente inaparente por largo tiempo: incluso cierto número de animales pueden pasar toda su vida útil sin sintomatología evidente, pero constituyendo una amenaza potencial para el resto del rebaño.
Otros animales desarrollan una bronconeumonía crónica, con tos y disminución de la capacidad productora. En casos avanzados, donde gran parte de los pulmones están afectados, comienza a evidenciarse un compromiso respiratorio (por ej: disnea pronunciada).
Otra forma que se observa con cierta frecuencia en rebaños infectados, en países donde no hay control de la enfermedad, es la tuberculosis perlácea, o sea la peritonitis o pleuresía tuberculosa.


Se estima que aproximadamente el 5% de las vacas tuberculosas, especialmente en casos avanzados, tienen lesiones del útero o metritis tuberculosas y que el 1-2% tienen una mastitis tuberculosa. Esta forma clínica tiene importancia no solo desde el punto de vista de la salud pública sino también como fuente de infección para los terneros que se amamantan con la leche en forma natural o artificial. En la tuberculosis adquirida por vía oral, uno de los signos principales es la tumefacción de los ganglios retrofaríngeos. En los terneros la lesión primaria generalmente se asienta en los ganglios mesentéricos, sin que la mucosa intestinal esté afectada. La enfermedad es más frecuente a medida que avanza la edad del animal, debido al carácter crónico de la misma y al hecho de que con el transcurso del tiempo los animales tienen más oportunidad de ser expuestos a la infección. La prevalencia de la infección es más alta en las vacas lecheras que en los animales de carne, porque su vida económicamente útil es más prolongada, por estar en más contacto unas con otras al reunírseles para el ordeñe, o por la semiestabulación existente.
Los bovinos son resistentes a M. avium y pocas veces sufren una tuberculosis evolutiva debido a este agente. Sin embargo, tienen mucha importancia en los programas de control, porque se sensibilizan paraespecíficamente a la tuberculina mamífera ocasionando problemas en el diagnóstico. La vía de infección del bovino por M. avium es la digestiva.
Cuando se encuentran lesiones, generalmente están limitadas al intestino y a los ganglios mesentéricos, aunque en algunos casos se les puede encontrar en los pulmones y sus ganglios regionales y no en otras partes del organismo, lo que indicaría que a veces la vía de penetración podría ser la aerógena. Las lesiones tienden a la curación espontánea.
El bovino es sumamente resistente a M. tuberculosis, el cual generalmente no le ocasiona lesiones anatomopatológicas. En varios países se ha podido aislar M. tuberculosis de los ganglios de algunos
reactores positivos a la tuberculina y sin que no presentasen lesiones aparentes en el examen post mortem. En este caso, también la importancia de la infección reside en la sensibilización del animal a la tuberculina.

La tuberculosis bovina es una enfermedad bacteriana crónica, de animales y del hombre, causada por Mycobacterium bovis. En muchos países la tuberculosis bovina es una enfermedad infecciosa importante en el ganado vacuno, en otros animales domésticos y en algunas poblaciones de animales salvajes. La transmisión al hombre representa un problema de salud pública.
Se considera que la ruta más frecuente de infección del ganado es la exposición a aerosoles de M. bovis, aunque también se produce la infección por ingestión de material contaminado. Tras la infección, se pueden desarrollar granulomas nodulares no vascularizados conocidos como
tubérculos. Las lesiones características de la tuberculosis se presentan con más frecuencia en los pulmones y en los nódulos linfáticos retrofaríngeos, bronquiales y del mediastino. También se pueden encontrar lesiones en los ganglios linfáticos mesentéricos, en el hígado, en el bazo, sobre las membranas serosas, y en otros órganos.
La infección del ganado bovino con tuberculosis bovina se diagnostica por lo general en el animal vivo mediante reacciones de hipersensibilidad retardada. Habitualmente, la infección es subclínica;
cuando se presenta, los síntomas clínicos no son específicamente distintivos de esta enfermedad y pueden incluir debilidad, anorexia, extenuación, disnea, inflamación de los ganglios linfáticos y tos,
particularmente en casos de tuberculosis avanzada. Tras la muerte, se diagnostica mediante examen post-mortem y por técnicas histopatológicas y bacteriológicas. También se pueden utilizar técnicas con sondas de ADN y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Éstas son técnicas
exigentes y sólo se deben utilizar procedimientos validados. El cultivo bacteriano tradicional continúa siendo el método rutinario de confirmación de la infección.


IDENTIFICACIÓN DEL AGENTE:
 Los exámenes bacteriológicos pueden comprender la demostración por
examen microscópico de bacilos ácido-alcohol resistentes (constituye una confirmación preliminar), y el aislamiento de micobacterias en medios de cultivo selectivos y su posterior identificación por
pruebas bioquímicas y de cultivo o con sondas de ADN o técnicas de PCR. La inoculación en animales es ligeramente más sensible que el cultivo, pero solo se debería utilizar cuando las lesiones histopatológicas sean compatibles con la infección por micobacterias y resulte negativo el aislamiento en cultivo.

PRUEBA DE HIPERSENSIBILIDAD RETARDADA:
Esta prueba es el método estándar para la detección de la tuberculosis bovina. Supone medir el grosor de la piel, la inyección intradérmica de la tuberculina
bovina en el área medida, y la determinación de cualquier inflamación en el sitio de la inyección 3 días más tarde. La prueba comparativa de la tuberculina intradérmica, con tuberculina bovina y aviar, se utiliza
para diferenciar entre animales infectados con M. bovis y los sensibilizados a la tuberculina por exposición a otras micobacterias o géneros relacionados.
La elección de cuál de las dos pruebas debe utilizarse depende de la prevalencia de la infección de tuberculosis y del nivel de exposición ambiental a otros microorganismos sensibilizadores. Debido a su mayor especificidad y más fácil estandarización, los derivados proteicos purificados
(PPD) han reemplazado a las tuberculinas obtenidas a partir de los medios sintéticos concentradas por calor. La dosis recomendada de PPD bovina en el ganado es de al menos 2000 unidades internacionales (UI) y en la prueba comparativa de la tuberculina la dosis no debe de ser menor de
2000 UI. Las reacciones se interpretan con arreglo a esquemas apropiados.
Capítulo 2.3.3.Tuberculosis bovina 490 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004

PRUEBAS DE LABORATORIO CON SANGRE:
Existen nuevas pruebas de diagnóstico con sangre, por ejemplo la prueba de proliferación de linfocitos, la del interferón gamma y el enzimoinmunoensayo.
La logística y la realización de estas pruebas en el laboratorio puede ser un factor limitante. Se necesitan más estudios comparativos de estas pruebas nuevas y ensayos dérmicos en diferentes condiciones de campo. El uso de pruebas basadas en sangre presenta ventajas, en especial con
ganado arisco, con animales del zoo o de tipo salvaje, aunque la interpretación de estas pruebas está limitada por la falta de datos en algunas especies.

REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO:

 Se están desarrollando y probando vacunas, pero en la actualidad no se administran de modo rutinario. Existen métodos estándar para la producción de tuberculinas PPD bovinas. Las PPD utilizadas para realizar las
pruebas especificadas deben prepararse de acuerdo con los requisitos de la Organización Mundial de la Salud y cumplir con ellos respecto al origen de los materiales, métodos de producción y precauciones, substancias añadidas, ausencia de contaminación, identidad, seguridad, potencia,
especificidad y ausencia de efectos sensibilizantes. Los bioensayos para actividad biológica son especialmente importantes, y la potencia se debe expresar en Unidades Internacionales.

La tuberculosis bovina es una enfermedad infecto-contagiosa crónica causada por bacterias del genero Mycobacterium, que  se caracteriza por el desarrollo progresivo de lesiones nodulares denominados tubérculos que se pueden localizar en cualquier órgano o tejido.

Tanto por su impacto en salud pública como por sus consecuencias económicas para el país,  su incidencia limita el desarrollo de la ganadería y sus productos asociados, incluyendo las exportaciones.

Síntomas:
La principal forma de introducción de la Tuberculosis en una ganadería es la adquisición de animales nuevos infectados.
Los síntomas son poco manifiestos como en cualquier enfermedad crónica, la pérdida progresiva de peso y la reducción en la producción de leche o carne son constantes, pero inespecíficas.
Con alguna frecuencia se observa una tumefacción no dolorosa de los ganglios explorables clínicamente; cuando hay infección hepática o intestinal se presenta diarrea, al igual que infertilidad por endometritis.

Algunas veces la tuberculosis pulmonar cursa con signos respiratorios inespecíficos como tos crónica, casi nunca fuerte, sin mucha fuerza.

TRANSMISIÓN:

La vía más frecuente (80 a 90%) de infección es por la inhalación de la bacteria  presente en aerosoles, toses y secreciones de animales enfermos que expelen gran cantidad de microgotitas que contienen la bacteria, que al ser inhaladas por otro llegan al sistema Respiratorio.
Otra vía de ingreso es la digestiva por el consumo de pastos y alimentos contaminados con secreciones nasales, materia fecal y orina que contienen el agente causal. Este puede sobrevivir en heces, sangre y orina cerca de un año a una temperatura de 12 a 14ºC y al resguardo de la luz solar.
Otras vías no usuales pero probables son: la vía cutánea, congénita y genital. Por la vía cutánea se introduce el bacilo en lesiones de piel con material infectado.



PATOGENESIS


PORCINOS:

Esta especie es susceptible a los tres agentes clásicos de la tuberculosis:  M. bovis, avium, y en un posible tercer lugar M. tuberculosis.  M. bovis es el más patógeno e invasor para los cerdos, siendo responsable de la mayor parte de las tuberculosis generalizadas.
La vía principal de infección es la digestiva, por ingestión de leche o productos lácteos contaminados, residuos de cocina y  mataderos, excreta de aves y bovinos tuberculosos.
El complejo primario se encuentra en la orofaringe y en los ganglios submaxilares, o en el intestino y en los ganglios mesentéricos. La mayoría de las veces, las lesiones están confinadas al complejo primario. No se encuentran lesiones de tuberculosis crónica en órganos aislados, como es común en el bovino. La prevalencia es menor en animales jóvenes que en adultos, pero los primeros tienen mayor tendencia a la generalización del proceso. Los programas de erradicación de la tuberculosis bovina tienen una inf1uencia directa en la reducción de la tasa de la infección en cerdos. En los Estados Unidos se encontraron en 1924 lesiones tuberculosas en el 15.2% de los cerdos sacrificados, mientras que en 1970 solo se encontraron en el 1.09%. Con respecto a nuestro país, en 1969 se registraba a nivel de faena una prevalencia del 8.4%, pasando a ser de 0.6% en 1999.
En algunos países latinoamericanos M. bovis es responsable del 80 al 90% de las lesiones tuberculosas del cerdo. La proporción de M. bovis y  M. avium como causa de la tuberculosis porcina se invierte cuando se llega a controlar la infección en los bovinos, como ha sucedido en varios países europeos y en los Estados Unidos.
M. avium causa por lo general una adenitis del tracto digestivo y más raramente una generalización de la enfermedad.
En un matadero que sirve al área de producción porcina de los Estados Unidos se comprobó que la participación relativa de M. avium y  M. intracellulare en las lesiones tuberculosas era de 2 a 1. Más raramente ocurren microbacteriosis por  M. kansasii  y  M. fortuitum.
El cerdo también es susceptible al bacilo tipo humano (M. tuberculosis), el cual le produce una infección de los ganglios que drenan el aparato digestivo y muy raramente una tuberculosis generalizada. La fuente principal de la infección son residuos de cocina o de sanatorios para tuberculosos. Esa infección se pudo comprobar en varios países americanos y europeos.

SINTOMAS:
ü  Debilidad
ü  Anorexia
ü  Dismea
ü  Emaciacion
ü  Fiebre fluctuante
ü  Tos seca

DIAGNOSTICO:
Prueba cutanea de tuberculina

 CONTROL:

La tuberculosis no tiene un tratamineto especifico y lo mas importante es evirar la aparicion y poliferacion de la bacteria en las piaras se debe realizan una prueba de tuberculina en los casos sospechosos y eliminar los animales positivos.



OVINOS Y CAPRINOS:
La tuberculosis es sumanente rara en los ovinos. De los pocos casos comprobados, unos se debieron a  M. bovis y otros a  M. avium.
 La prevalencia en los caprinos parece ser baja.
En los países que han avanzado en la erradicación de la tuberculosis bovina se presta atención a la infección en los caprinos, ya que esta especie es susceptible a  M. bovis y sufre con cierta frecuencia de tuberculosis pulmonar, pudiendo reinfectar a los bovinos.
Las cabras también desarrollan mastitis tuberculosa y su leche puede constituir un peligro para el consumidor.
Los caprinos son susceptibles también a M. avium y a  M. tuberculosis, ocurriendo a veces procesos generalizados por este último agente. Poco se sabe de la ocurrencia de la enfermedad en los caprinos de América Latina, ya que estos animales son generalmente sacrificados en forma domiciliaria.

TUBERCULOSIS CAPRINA:

Aunque la susceptibilidad de la cabra a la infección por Mycobacterium bovis se conoce desde antiguo, se había considerado que esta especie solamente se infectaba cuando convivía con el ganado vacuno. Sin embargo, en los últimos años, cuando se ha comenzado a prestar atención a la patología de la cabra, se está observando la amplia difusión que esta enfermedad tiene en esta especie, incluso en zonas de producción caprina en las que practicamente no existe ganado vacuno, y en las que constituye una seria limitación productiva, además de una amenaza para la salud humana. La forma habitual de la Tuberculosis caprina es la pulmonar, y su manifestación característica es la existencia de animales con tos que van debilitandose hasta que mueren. Las lesiones son las típicas de esta forma: ulceras en la tráquea y formación de cavernas. Para el diagnóstico da buenos resultados la prueba intradérmica con tuberculina bovina, realizada de la misma forma que en la especie bovina. Al igual que en el vacuno, no tiene sentido el tratamiento, y en la actualidad se están llevando a cabo campañas de saneamiento en varias comunidades autónomas



EQUINOS:

Este padecimiento es raro en equinos, en virtud de la resistencia natural de la especie tanto al Mycobacterium bovis como al Mycobacterium avium, y a la exposición limitada a la infección.
Los animales enfermos son la principal fuente de infección y la puerta de entrada del microorganismo es a través de la inhalación o la ingestión.
Se describe como probable en el caballo la Tuberculosis ósea, especialmente en las vértebras cervicales y menos la Tuberculosis pulmonar o digestiva.
No es posible formular recomendaciones diagnósticas en caballos (y por consiguiente de control como se hace en bovinos) en razón de la poca información existente detallada al respecto.
La tuberculosis es poco frecuente en los caballos. En los países que tienen alta tasa de infección bovina, el agente principal de la enfermedad en los equinos es M. bovis.
 La vía de infección es predominantemente la digestiva. Las lesiones por lo general están limitadas a los ganglios del aparato digestivo y  producen una reacción tisular, semejándose a los tumores. Se han descrito algunos casos de generalización de la infección tanto por M. bovis como por  M. avium.  En las infecciones por  M. avium muchas veces no se encuentran lesiones. M. tuberculosis raramente se aisla del caballo.

La enfermedad en asnos y mulas es muy rara.


PERROS Y GATOS:
Los perros son muy resistentes a la tuberculosis experimental. Los casos que se registran en esta especie se deben probablemente a una exposición masiva y repetida al cohabitar con pacientes humanos o al consumir repetidas veces productos contaminados. La infección puede producirse por vía aerógena o por ingestión de esputos, leche y  vísceras. Aproximadamente el 75% de los casos se deben al bacilo humano y el resto al bovino. La infección se localiza sobre todo en los pulmones o ganglios mesentéricos y a veces se encuentran también úlceras intestinales y lesiones renales. Por consiguiente, el perro puede eliminar bacilos tuberculosos por la tos, saliva, heces y orina. Se ha demostrado asimismo que los perros que viven en casas de pacientes tuberculosos pueden albergar el agente etiológico en su faringe y heces sin desarrollar lesiones tuberculosas. Si bien es cierto que son pocos los casos en los cuales se ha podido comprobar la transmisión de la infección del perro al hombre, es indudable que el perro tuberculoso (y aun el animal aparentemente sano que cohabita con pacientes tuberculosos) representa un riesgo potencial y debe ser sacrificado. Un perro infectado por M. bovis a su vez puede ser una fuente potencial de reinfección para los bovinos.
Los gatos también tienen una alta resistencia natural para desarrolla lesiones tuberculosas. El patógeno más común en ellos es M. bovis, que se ha aislado en un 90% de los casos. La vía de infección es la digestiva, por consumo de leche o vísceras (pulmón=bofe), que contienen bacilos tuberculosos. En los países donde la tuberculosis bovina ha sido controlada la infección en los gatos es rara; los pocos casos que se registran se deben a M. tuberculosis y ocasionalmente a  M. avium o a micobacterias atípicas. Cuando se encuentran lesiones, estas son a veces de carácter destructivo; las neumonitis y la tuberculosis de la piel son frecuentes.

Tuberculosis

Enfermedad de declaración obligatoria, es una zoonosis. Este proceso se mantiene como infección latente en las colonias.
Agente causal: Mycobacterium spp: M.africanum, M. bovis y M.tuberculosis.
Organotropismo: generalmente está afectado el pulmón.

Todos los primates importados deberán ser sometidos al test de tuberculina y radiografía de tórax en su lugar de origen los positivos deberán ser sacrificados, el tratamiento es ineficaz y se convierten en portadores. En la inspección de aduanas se exige que en el certificado veterinario de origen venga especificado la fecha y lectura de las pruebas de tuberculina. Los animales enfermos no deben usarse en investigación.
ANIMALES SILVESTRES:

Los animales silvestres que viven en libertad, lejos del hombre  de los animales domésticos, por lo general no contraen tuberculosis. En cambio, los animales que viven en reservas o en cautividad que se encuentran en zoológicos, granjas de animales pilíferos, colonias de laboratorio, o los mantenidos en casas de familia, tienen oportunidad de ser expuestos e infectarse. Es de interés señalar la susceptibilidad de los monos, tanto a M. tuberculosis como a  M. bovis. Aproximadamente el 70% de las cepas aisladas de estos animales son del tipo humano y el resto del tipo bovino.
La vía de infección es la aerógena o la digestiva. La infección puede propagarse de un mono a otro y constituir un problema serio para las colonias en instituciones científicas y zoológicos. Estos animales a su vez pueden retransmitir la infección al hombre. No es raro encontrar en las casas monos tuberculosos que pudieran haberse infectado antes de su adquisición o por contacto con un miembro de la familia.
Se han descripto brotes en explotaciones de animales pilíferos, tales como visones y  zorros plateados, cuya fuente de infección fue la carne o las vísceras de bovinos o aves tuberculosas. En zoológicos y también en algunas reservas de parques naturales, se han encontrado tanto ungulados como carnívoros silvestres enfermos. En los zoológicos de América Latina, como en otras partes del mundo, se ha comprobado la infección en varias especies de animales.
En los últimos años se han registrado casos de tuberculosis producida por M. bovis en animales salvajes, como el caso de los ciervos de cola blanca en Michigan  o  elefantes en cautiverio en los EEUU. Unas de las reservas más importante de Africa del Sur: "Kruger National Park"; comunicó la presencia de bufalos y kudú afectados por esta enfermedad.

AVES:
La tuberculosis de las aves se debe a  M. avium. La vía de infección es la digestiva con lesiones predominantes en hígado, bazo, intestino y médula ósea,  pocas veces en los pulmones y riñones. La tuberculosis aviar es muy frecuente y su incidencia es alta en las pequeñas granjas campesinas en donde las gallinas se mantienen muchos años, y los corrales e instalaciones están contaminados. En las granjas industriales la infección ocurre raramente, debido a la reposición rápida de las aves, las condiciones de mantenimiento y las medidas de higiene. La tuberculosis de los pavos está asociada a la de gallinas infectadas.
Los patos y gansos son poco susceptibles a M. avium.
La enfermedad se ha observado en varias especies de pájaros y aves de vida libre que visitan granjas de gallinas infectadas. Puede afectar cualquier especie aviar de zoológicos. Entre los pajaros mantenidos en casas de familia se ha encontrado infección tuberculosa en papagayos y canarios, cuyo agente etiológico es a menudo M. tuberculosis; la enfermedad se localiza en la piel y en los orificios naturales.

DIAGNÓSTICOS:

Los métodos directos son aquellas técnicas que se basan en la detección del agente etiológico como cultivo, Histopatología, PCR (reacción en cadena de la polimerasa).
Los métodos indirectos son aquellas técnicas basadas en la detección de la respuesta inmune del animal ante la presencia del microorganismo, tanto como PPD (prueba tuberculínica), ELISA (enzime-linked immunosorbent assay) y  ?INF (Gamma Interferon).
El diagnostico actual es logrado a través de métodos indirectos principalmente PPD. Desde 1917, la prueba tuberculinica ha sido usada como test screening para el diagnóstico de la tuberculosis bovina. Este test detecta la respuesta inmune de aquellos individuos que han estado o actualmente están en contacto con M. bovis, sin embargo no es 100% especifica ni sensible. Ha habido numerosos intentos para desarrollar nuevos métodos diagnósticos pero hasta ahora ningún otro pudo reemplazar a PPD.
Métodos directos:

Particularmente cultivo y Histopatología, son usados para confirmar la presencia de TB en tejidos obtenidos de la examinación post-morten, o de la secreción corporal como hisopados nasales, leche o calostro.
Cultivo: es extremadamente lento llevando de 2 a 3 meses la incubación requiriendo de un muestreo de alta calidad que evite la contaminación y una correcta conservación y remisión, que nos permita mantener la viabilidad bacteriana en la muestra. Junto a la histología son las técnicas más usadas para el diagnostico confirmatorio de TB,  pero el cultivo sigue siendo considerada como la técnica de oro (gold standard), para el diagnostico.
Histología: Esta basado en la observación de la presencia de la formación del granuloma característico de la TB. Esta técnica puede arrojar una rápida presunción de TB bovina pero no podemos asegurar que se trate de Mycobacterium bovis.
Baciloscopía:  la coloración especifica llamada Zhiel Neelsen, está basada  en la retención de la fucsina en la pared de la micobacteria después de la exposición al alcohol ácido. No provee la identificación al nivel de especies y requiere de un alto número de bacterias en la muestra para revelar el resultado positivo.
PCR: La técnica de PCR ha cambiado drásticamente la forma de detectar y caracterizar ácidos nucleicos. Descripta por primera vez en 1985, PCR se convertido una herramienta relevante en el campo de la biotecnología, y su inventor, Kary B. Mullis, fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina 1993. Esta técnica permite amplificar una región especifica del ADN a través de la reproducción del fenómeno de replicación que ocurre in vivo. La reacción esta basada en la habilidad de la enzima polimerasa para copiar una hebra de ADN a través de la elongación de la hebra complementaria que se obtiene en cada ciclo, repitiendose en general entre 30 a 50 veces.
Como los productos de un ciclo de amplificación pueden actuar como templado para el próximo ciclo, se logra una duplicación de la cantidad de ADN en cada uno de ellos. Es decir que por medio de la PCR, podemos amplificar un segmento de ADN situado entre dos regiones de secuencia conocida, obteniéndose un incremento exponencial en cada ciclo.
En suma, numerosos cientificos desarrollaron técnicas de PCR basados en la amplificación de DNA y aplicándolas a la detección de microorganismos patógenos, identificación de aislamiento y tipificación de cepas.

Métodos indirectos:

Prueba tuberculínica: El método estándar para el diagnóstico de la TB en el ganado es principalmente un test a campo que incluye la demostración de una respuesta inmune a la infección por M. bovis. La respuesta inmune mediada por células, son las principales reacciones inmunológicas observadas en la mayoría de las especies, incluyendo al ganado. Siendo la reacción intradérmica PPD (proteína pura derivada) elaborada a partir de una cepa bovina de M. bovis; la más utilizada a nivel mundial para el control y erradicación de la enfermedad reservándose la prueba comparativa (con aplicación simultánea de tuberculina mamífera y aviar) para los rebaños problema cuando hay sospecha de sensibilización paraespecífica. La técnica se realiza por vía intradérmica, inoculando 0.1 ml de tuberculina en el pliegue caudal más frecuentemente (cuya concentración es de 1mg/ml) o en la tabla del cuello. Debe tenerse en cuenta que la técnica aplicada en la región de la tabla del cuello, goza de mayor sensibilidad que la del pliegue ano-caudal.
La efectividad de la prueba depende no solo de la tuberculina y de su correcta aplicación sino de la capacidad de respuesta del animal infectado. En algunos rebaños se encuentran sujetos anérgicos, que generalmente son animales viejos con una tuberculosis muy avanzada, los cuales pueden arrojar un resultado negativo a PPD.
Prueba tuberculínica en otras especies:
Ovejas: Esta especie puede padecer tuberculosis tanto de origen bovino como aviar.
Se puede utilizar la prueba intrapalpebral en la parte superior como en la inferior de los párpados en ambos casos se recomienda aplicar la tuberculina mamífera en un ojo y la tuberculina aviar en el ojo opuesto. Asimismo se puede aplicar en el pliegue anocaudal como en la base de la orejas.

Cabras:
En este tipo de rumiantes por sus propias características físicas, un lugar adecuado y práctico para la prueba tuberculínica intradérmica comparativa es la tabla del cuello, una vez del lado izquierdo y la otra del derecho. También como lugar de inoculación se puede utilizar las bases de las orejas.

Cerdos: Se utiliza la prueba comparativa mamífera y aviar en el pliegue de la piel en la base de las orejas, inoculando una PPD en una oreja y la otra en la oreja opuesta.
La lectura se hace a las 48 hs post inoculación, produciendo en esta especie fuertes reacciones de tipo inmunológicas que pueden llegar clinicamente a observarse necróticas.
De acuerdo a lo indicado por la bibliografía 0,4 mg/ml (2000 UT/ 0,1m) para ambas tuberculinas es suficiente.
En los porcinos deben emplearse ambas tuberculinas en dosis iguales.

Equinos: En esta especie, esta prueba no responde como en bovinos, siendo más propensos a reacciones no específicas a la tuberculosis originando resultados dudosos. Asi mismo el caballo puede infectarse con M. avium, razón por la cual se debe utilizar en esta especie la prueba comparativa intradérmica en tabla del cuello.

Perros y gatos: La inoculación subcutanea de 0,75 ml de tuberculina mamífera en concentración de 1,0 mg es lo indicado para estos casos.
En estas pequeñas especies el uso dela prueba tuberculínica es poco satisfactorio.

Aves:
La inoculación de la tuberculina se realiza en los pollos en el pliegue de la barbilla. La dosis indicada es de 0,1 ml de una concentración 0,5 mg/ml de PPD aviar. La lectura se realiza después de las 48 hs, observándose en los animales positivos un engrosamiento edematoso.
Puede haber casos de pollos anérgicos como en otras especies (caso bovino) cuando la tuberculosis está muy avanzada.

 

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